Torre del Reloj: el tesoro histórico que da identidad a Asunción Mita

Entre la riqueza patrimonial del oriente guatemalteco, la majestuosa Torre del Reloj de Asunción Mita, Jutiapa, destaca como un emblema de identidad, historia y orgullo local. Este monumento, que ha resistido más de un siglo de transformaciones sociales y urbanas, aún marca el ritmo de vida de los mitecos con sus inconfundibles campanadas.
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Un símbolo que nació en 1907 y perdura con fuerza
Fue la mañana del 9 de febrero de 1907 cuando los vecinos de Asunción Mita se vistieron de gala para presenciar la inauguración oficial de lo que en aquel entonces se conocía como la “Torre 9 de Febrero”. La obra fue entregada a la población por el entonces alcalde Eliseo S. Luna, y su importancia fue tal que fue destacada por el Diario de Centro América en su edición del 22 de febrero de ese mismo año.
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Con el paso del tiempo, el pueblo comenzó a llamarla simplemente la Torre del Reloj, gracias al artefacto que corona su cúspide y que aún funciona con puntualidad admirable. Las campanadas del reloj han servido durante generaciones para organizar el día a día de la comunidad, desde los quehaceres cotidianos hasta respetar toques de queda más recientes.
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Un reloj con origen europeo y viaje épico
El reloj que le da vida a la torre fue fabricado en Alemania y adquirido por el Estado de Guatemala mediante un acuerdo gubernativo. Su traslado fue toda una odisea: llegó por barco hasta Puerto Barrios y de ahí fue transportado en carreta, tirada por bueyes, atravesando terrenos agrestes como la cuesta de Cucuyo, ya que en ese entonces no existía una carretera directa a Mita.
Hoy en día, la Torre del Reloj no solo es un punto de referencia en Asunción Mita, sino también una joya arquitectónica que recuerda a todos los guatemaltecos la importancia de preservar su historia viva. Es mucho más que una estructura: es un legado que une el pasado con el presente.