En un operativo reciente de la Policía Nacional Civil (PNC), se logró la captura de cuatro individuos responsables del asesinato de Sharon Urías, una estudiante de 14 años que fue brutalmente asesinada en un ataque armado en la Ruta al Atlántico. Entre los capturados se encuentra un menor de 13 años, quien además estaba prófugo de la justicia por su implicación en el asesinato del conocido influencer Jorge Sebastián Pop, también conocido como Farruko Pop.
El Menor Implicado en Dos Crímenes de Alto Impacto
El adolescente de 13 años que fue capturado durante el operativo no solo está acusado de haber participado en el ataque que resultó en la muerte de la estudiante Sharon Urías, sino que también está vinculado con el asesinato de Farruko Pop, un caso que conmocionó a la opinión pública meses atrás. Farruko Pop fue asesinado en su residencia en la colonia El Limón, zona 18, y hasta el momento, varios de los implicados en su muerte seguían prófugos, incluido este menor.
Según el Ministerio Público (MP), durante la audiencia de primera declaración de otro de los detenidos por el caso Farruko Pop, se reveló un testimonio clave que señala la presencia de ocho personas en la escena del crimen, entre ellas cuatro hombres y cuatro mujeres. El menor capturado ayer sería uno de estos individuos, cerrando así el círculo de los principales sospechosos en este caso.
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— MP de Guatemala (@MPguatemala) July 29, 2024
MP coordina aprehensión de sindicado de haber participado en el asesinato de Jorge Sebastián Pop
La Fiscalía de Delitos contra la Vida y la Integridad de las Personas coordinó con la PNC la aprehensión de Marcos Daniel Zunún, de 20 años, por el delito de… pic.twitter.com/VuUXqU3X32
Operativo de la PNC y la Captura de los Sicarios
El operativo en el que se capturó al menor fue parte de una acción coordinada por la PNC, que logró detener a otros tres individuos relacionados con el crimen de Sharon Urías. Los detenidos son Brayan Ernesto Méndez García, de 24 años; Edson Alexander Prado Ortiz, de 23 años; y César Leb, de 18 años. Todos ellos, junto con el menor, son miembros de la peligrosa clica «Solo Raperos» del Barrio 18, una de las pandillas más temidas en la región.
La PNC informó que el menor detenido fue remitido al Juzgado de Menores en Conflicto con la Ley Penal, donde enfrentará cargos por su participación en ambos crímenes. Este arresto es un paso significativo en la lucha contra la criminalidad juvenil y las pandillas que han sembrado el terror en varias comunidades del país.
Implicaciones Legales y Próximos Pasos
La captura del menor y los otros tres sicarios marca un avance en la resolución de dos crímenes que han dejado una huella profunda en la sociedad guatemalteca. La participación de un menor de 13 años en actividades delictivas tan graves ha generado un debate sobre la criminalidad juvenil y la necesidad de políticas más efectivas para prevenir la entrada de jóvenes en el mundo del crimen.
El próximo 26 de agosto, se espera que el Juzgado Octavo de Sentencia Penal realice la audiencia de primera declaración de Carlos Roberto López Ortiz, otro de los implicados en el caso Farruko Pop. Este juicio será clave para determinar las responsabilidades de todos los involucrados y avanzar hacia una justicia completa para las víctimas y sus familias.
La Lucha Contra las Pandillas y la Violencia Juvenil
El caso del menor detenido por su participación en estos dos crímenes subraya la creciente problemática de la violencia juvenil en Guatemala, especialmente en las áreas controladas por pandillas como el Barrio 18. La captura de estos individuos es un logro significativo para las autoridades, pero también resalta la necesidad urgente de implementar programas de prevención y rehabilitación para jóvenes en riesgo.
El impacto de las pandillas en la juventud guatemalteca es devastador, y este caso es un recordatorio de que se deben redoblar los esfuerzos para desmantelar estas estructuras criminales. La violencia que afecta a jóvenes y menores de edad es un problema que debe ser abordado con urgencia para evitar que más vidas inocentes se pierdan a manos de la delincuencia organizada.
La captura de los sicarios responsables del asesinato de Sharon Urías y de uno de los implicados en el caso Farruko Pop es un paso adelante en la lucha contra el crimen en Guatemala, también es un llamado a la acción para que la sociedad y las autoridades trabajen juntas en la erradicación de la violencia juvenil y el fortalecimiento de la justicia. Es imperativo que se tomen medidas contundentes para proteger a los jóvenes del país y garantizar un futuro libre de violencia.
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