¿Sabes qué diferencia hay entre tarjeta de circulación y calcomanía en Guatemala? Descúbrelo aquí

Documentos esenciales para circular en Guatemala
En Guatemala, circular con cualquier tipo de vehículo conlleva una serie de responsabilidades legales y fiscales. Dos de los documentos más importantes para este fin son la tarjeta de circulación y la calcomanía de circulación. Aunque muchos los confunden, cada uno cumple una función específica, y su tenencia es obligatoria para evitar sanciones.
A continuación, te explicamos sus diferencias, su propósito y qué implica no contar con ellos al día.
¿Qué es la tarjeta de circulación?
La tarjeta de circulación es un documento legal emitido por la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) que acredita que un vehículo está habilitado para transitar en las vías públicas del país. Este documento contiene información crucial sobre el automotor: número de placa, número de chasis, marca, modelo, año, color, así como los datos del propietario.
Además de facilitar la identificación durante controles vehiculares, esta tarjeta respalda que el vehículo cumple con las condiciones mínimas legales para circular. Aunque suele pensarse que es sinónimo del título de propiedad, esto es incorrecto: la tarjeta de circulación no acredita la propiedad del vehículo, solo su autorización de uso en las vías públicas.
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Según el Artículo 10 del capítulo 2 del Acuerdo Gubernativo Número 273-98, todo conductor debe portar la tarjeta original o una fotocopia autenticada mientras transita. Esto se vuelve fundamental en operativos de tránsito, donde su ausencia puede resultar en multas o inmovilización del vehículo.
Gracias a la modernización de los servicios en línea de la SAT, ahora es posible descargar e imprimir este documento desde su plataforma web, lo cual agiliza enormemente los trámites relacionados.
¿Qué es la calcomanía de circulación?
La calcomanía de circulación es un comprobante que certifica que el Impuesto Sobre Circulación de Vehículos ha sido pagado. Este impuesto debe cancelarse anualmente entre el 1 de enero y el 31 de julio. El no hacerlo dentro de ese periodo genera multas, intereses y recargos, además de bloquear trámites vehiculares futuros.
Para obtenerla, es necesario llenar el formulario SAT-4091, pagar el monto correspondiente según el tipo de vehículo y asegurarse de no tener multas de tránsito pendientes. En caso contrario, el sistema puede impedir la emisión del documento.
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Aunque ya no es obligatorio pegarla en el parabrisas del vehículo, se recomienda imprimirla y conservarla en el interior del automóvil. Esto permite mostrarla rápidamente ante cualquier requerimiento de las autoridades de tránsito.
Diferencias clave entre tarjeta de circulación y calcomanía
Aunque ambos documentos son exigidos por la ley, tienen funciones distintas:
- Tarjeta de circulación: autoriza al vehículo a transitar y contiene información técnica y del propietario.
- Calcomanía de circulación: acredita el pago del impuesto anual requerido por la SAT para mantener vigente la circulación.
En otras palabras, la tarjeta es un permiso de tránsito, mientras que la calcomanía es una constancia fiscal. No contar con alguno de ellos puede generar sanciones y complicaciones legales.
¿Dónde y cómo obtener ambos documentos?
Tanto la tarjeta de circulación como la calcomanía pueden obtenerse a través del portal de la SAT (www.sat.gob.gt). Solo necesitas contar con tu número de placa, tener al día tus pagos y multas, y realizar el procedimiento en línea. Para quienes no tienen acceso a internet, también pueden acercarse a las agencias de la SAT o utilizar kioscos digitales habilitados.
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Recordemos que conducir con los papeles en regla no solo evita sanciones, sino que también demuestra responsabilidad ciudadana. Ambos documentos son complementarios y necesarios para garantizar una circulación legal y segura por todo el país.