Descubriendo Salamá, Corazón de Baja Verapaz, Guatemala
Situado en el corazón de Baja Verapaz, Guatemala, Salamá es una joya rica en historia y belleza natural. Su significado en lengua Quiché, ‘Lugar de los Espantos’, sugiere su antiguo pasado, aunque ahora es conocido por su encanto tranquilo y su vibrante cultura.
Salamá fue uno de los municipios fundacionales del Estado de Guatemala, establecido en 1825. En 1829, el antiguo convento deshabitado fue adquirido por Marshall Bennett, quien lo transformó en la Hacienda de San Jerónimo. En poco tiempo, la propiedad quedó circundada por plantaciones de caña de azúcar y café, gracias a la renovación del antiguo sistema de riego.
La fuerza laboral local, compuesta por indígenas y afrodescendientes, estaba familiarizada con la rigurosidad del trabajo monástico. Bennett capitalizó este hecho y sus primeros años en la hacienda resultaron muy rentables. Sin embargo, con el paso del tiempo surgieron conflictos entre los herederos de Bennett y litigios legales. Al desvanecerse la disciplina impuesta por los monjes, las relaciones entre los habitantes locales y los dueños de la hacienda se deterioraron progresivamente.
Hoy en día, el municipio de Salamá tiene una población estimada de 57.000 habitantes.
Salamá, la capital del departamento de Baja Verapaz, se fundó en 1562. El 12 de noviembre de 1825, la Asamblea Constituyente le otorgó el estatus de villa, y posteriormente fue promovida a municipio el 4 de marzo de 1834. Finalmente, el 17 de enero de 1883, se le concedió la categoría de ciudad mediante un Decreto Legislativo.
Desde una perspectiva etimológica, Salamá se deriva de las palabras Tz’alam y Há. Tz’alam se traduce como ‘tabla’, y Há significa ‘agua’. Por lo tanto, el término completo puede interpretarse como ‘Tabla sobre el agua’.
Un vistazo a la historia de Salamá
La historia de Salamá se remonta a la época prehispánica, cuando el área estaba poblada por varias tribus mayas. En 1555, los dominicos establecieron una doctrina en Salamá, lo que llevó al desarrollo de la moderna ciudad que vemos hoy en día. La ciudad fue también una de las primeras que formaron parte de la provincia de Verapaz, tras la creación de la Capitanía General de Guatemala en 1609.
El paisaje de Salamá
Ubicado en el valle del río Salamá, este municipio está rodeado de montañas y bosques, lo que lo convierte en un refugio para los amantes de la naturaleza. La región es rica en biodiversidad, con una variedad de flora y fauna que incluye varias especies endémicas de Guatemala.
La Cultura de Salamá
El legado cultural de Salamá es una mezcla de influencias mayas y españolas. Esto se refleja en su vibrante escena artística y en sus fiestas locales, que a menudo incluyen danzas folklóricas, música tradicional y comida local. La celebración del Santo Patrono San Mateo Apóstol cada septiembre es un acontecimiento importante en el calendario de la ciudad.
En el municipio, el español es el idioma predominante, hablado por el 78% de la población. Sin embargo, también se hablan otros idiomas indígenas, con el Achí constituyendo el 17,6%, seguido por el Poqomchí con un 1,40% y el Q’eqchí con un 2%.
Gastronomía en Salamá
La gastronomía de Salamá ofrece una deliciosa mezcla de sabores tradicionales. Platos como el pepián, los tamales y el caldo de gallina son algunas de las especialidades locales. Además, las frutas frescas y los productos agrícolas de la región contribuyen a la diversidad culinaria de la ciudad.
El Futuro de Salamá
Como cabecera departamental de Baja Verapaz, Salamá continúa siendo un centro de desarrollo para la región. Su crecimiento sostenido, impulsado por la agricultura, la ganadería y el comercio, ha sido complementado por esfuerzos para preservar su patrimonio cultural y natural, asegurando un futuro brillante para este encantador municipio guatemalteco.